Trayectoria

Desde sus comienzos, el molino arrocero de Romang apuntó a expandir sus actividades y capacidades productivas, logrando año tras año agregar capacidades de elaboración y almacenamientos para el arroz.

Ocupando originalmente tan sólo dos cuadras del trazado urbano, el molino fue expandiendo sus instalaciones hasta las dimensiones actuales.

La constante evolución del desarrollo del mercado interno y de la actividad exportadora, obligó a la empresa a ampliar sus capacidades de recepción de materia prima, secado, almacenamiento de materia prima, elaboración del producto, y almacenamiento del arroz ya elaborado para despacho a consumo.